Sillones con historia
Muchos hogares cuentan con bonitas piezas que tienen años de antigüedad. Para poder seguir utilizando estas piezas una vez se desgastan con el tiempo la mejor opción es darles una vida nueva y poder seguir usándolos.
Este orejero es un ejemplo de ello: una pieza que se rehízo por completo para poder conservarla, pero dándole una vida nueva. Para ello, se utilizó relleno de trinchas espumas, y se retapizó en blanco con un tejido de fácil mantenimiento y lavado, que busca imitar a alcántara, además de ser suave y resistente. En este tipo de sillones, los brazos son la zona de que mayor desgaste sufre, por lo que se hicieron macasares para preservarlo mejor. Se consiguió así conservar su estilo, forma y tachuelas.
Ya que se decidieron a hacer el cambio, aprovecharon para darle otro aire a la estancia con unos paneles de devore, obteniendo un conjunto muy bonito y elegante.