En este proyecto los dueños del restaurante nos comentaron que querían conseguir dos zonas diferenciadas, de forma que se creen dos salas en el espacio, ya que no se abren ambas todo el año.
Desde el primer momento intentamos que la solución fuese lo más práctica posible, por lo que confeccionamos unas cortinas convencionales con tejido ignífugo. Al ser de tamaño tan grande, se dividió en varias partes unidas en la parte superior, de forma que a la hora de manipularlas y retirarlas para su lavado sea mucho más sencillo.
En los extremos hay cristales fijos, por lo que se confeccionaron paneles, instalados con velcro adhesivo en la metalistería.